Averno
Imagen(*): NWimagesbySabrinaEickhoff
Me despierto en tu piel
aunque te sepa ausente.
Recobro la conciencia tras el sueño
y la vigilia crece color magnolia exánime,
enredada y reptil en mis ojeras lentas,
sierpes mustias besadas por el frío.
Rechazo la palabra
para no darle nombre a este silencio.
Otra mañana nueva, que es la única,
mil veces repetida se presenta,
idéntica, oxidada,
bajo la tiranía de un sol que, con retraso,
a medias amanece entre la bruma.
Todo el cielo se pone de mi parte.
Las nubes se suceden
en el techo vacío de mi espera
y la tormenta alcanza su pretexto
para anunciar un tiempo detenido.
Todo parece inerte
como un museo de cera de la vida.
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